La función del pasado es didáctica. Acude a él sólo para tomar apuntes, refrescar conocimientos, y recordar bellos momentos, no para regodearte en la miseria y la culpabilidad. Lo importante es lo que harás hoy con la enseñanza del ayer.
Una oración no contestada es un sueño frustrado, una idea alada perdida en el horizonte, una posibilidad sepultada en la yerta realidad. La rotundidad que hace temblar un corazón desesperado. La calma sepulcral de la derrota momentánea y la espina de la esperanza en un alma vehemente que no acepta su suerte. Una oración no contestada es ya una respuesta. Eclesiastés 3
Desde el momento de nacer comenzamos a morir. Y aunque en ocasiones nuestra luz sea tenue, lo importante es que sigue ahí, brillando en la oscuridad, encontrando el camino de vuelta a la cordura, sobreviviendo un día más al caos y aferrándose a esa chispa de paz, bondad y justicia que Dios enciende en los corazones dispuestos.