Para el mundo animal, salvaje y precioso, no existe el concepto de bien o mal, sino que prima el instinto impetuoso de la supervivencia. Pero donde esté el ser humano habrá luz y sombra, porque esa es la naturaleza de la libertad: elegir. Si eres consciente de la realidad, de que vas a morir un día, de que lloras, sonríes y amas, de que el tiempo se agota y quieres entender por qué estás aquí, sabrás que también existe el mal porque tenemos la capacidad de hacer el bien y no lo hacemos en muchas ocasiones, cosa que afecta a nuestro prójimo, a la naturaleza, a los animales y a nosotros mismos. ¿Y qué es la maldad? Lo contrario a la virtud que proviene de Dios. ¿Y para qué sirve la justicia? Para educar, para que no incurramos en la tibieza o la soberbia que lleva a confundir la bondad con la crueldad, lo correcto con lo incorrecto. Somos antihéroes, criaturas débiles y llenas de carencias con un gran don: el raciocinio. ¡Menudo privilegio! ¡Qué gran responsabilidad! 🌼