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Antifaz.

Como una ola que irrumpe y arrastra llega el rechazo. Es desechada de nuevo, etiquetada como no apta mediante alegaciones falsas y condescendientes. Se siente insuficiente. Pero nada más lejos de la realidad, simplemente, han encontrado a alguien que puede ser explotado de forma más minuciosa y desconsiderada. Ha sido burlada, ninguneada, aunque es válida y capaz como cualquiera. Está harta de mostrarse suplicante, desesperada, ¡vulnerable! “Voy a hacerme valer”, murmura para sus adentros. Acaba de comprender que es mejor rechazar lo que no merece y donde no le merecen. “Tiene que existir un proyecto donde se honre al obrador eficiente”, se pregunta. “¡Allí seré correspondida!”, sueña. Y ese proyecto existe y le espera. Podrá encontrarlo cuando sea valiente y descubra su rostro, cuando se quite el antifaz que ostenta el nombre: 
IDONEIDAD.

Puerto de Alicante.





                                                                                                        








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