Desde pequeña siempre he estado preocupada con mi propósito de vida, es una inquietud que me ha acompañado hasta la edad adulta y, aunque con el tiempo he ido adquiriendo cierta sabiduría, no deja de perseguirme. En la niñez y adolescencia, cuando descubría que personas a mi alrededor tenían las cosas claras y estaban convencidas de aquello que querían ser, no podía evitar admirarlas grandemente porque a mí me era casi imposible tener ese nivel de seguridad. Me gustan muchas cosas, casi todas ellas ligadas al arte: me gusta la historia, el cine y las series, me encanta bailar, cantar, dibujar, leer, escribir, tratar con la gente, viajar… Cuando tienes tantas aficiones es difícil escoger una sola o percibir cuál de ellas realmente te gusta y se te da bien. Durante años creí que no era capaz de encontrar mi pasión por padecer de indecisión patológica y, aun cuando no es menos cierto que la duda es un rasgo predominante de mi carácter, comprendí que a muchos nos sucede lo mismo. Son poc
Susurros de un diario matutino
Comentarios
Publicar un comentario